A continuación me gustaría complementarlo con una breve conclusión y un anexo.
CONCLUSIÓN
La gran influencia de la sociedad, de las nuevas tecnologías
y medios de comunicación han marcado un
estereotipo sobre la imagen perfecta que hace que muchas personas la tengan de
referencia para su vida personal.
La imagen que tenemos de nosotros mismos es determinante en nuestra
vida. No estar a gusto con uno mismo y tener una baja autoestima puede
conllevar a que suframos alteraciones del concepto de nuestra propia imagen.
Por tanto, creo que desde la infancia debemos trabajar
dicho concepto para conseguir que los niños adquieran una buena construcción de
su propia imagen y asimismo, potenciar su autoestima.
ANEXO
1. CUENTO “LA CERDITA BENITA”
Había una
vez una clase de cerditos de 5 años. Los cerditos iban al colegio muy contentos
con su profesor cerdito. En esa clase había una cerdita que se llamaba Benita.
La cerdita Benita iba muy guapa al colegio, porque su mamá le ponía un lazo muy
bonito en la cabeza.
La cerdita
Benita estaba un poco gordita. Unos le echaban la culpa a que comía chucherías,
otros a que su mamá también estaba
gordita. No sabemos por qué, pero la cerdita Benita estaba un poco gordita.
Poco a poco
los otros cerditos comenzaron a meterse con ella. Le decían:
-Qué gorda
estás Benita.
Primero era
sólo algún cerdito, pero poco a poco fueron haciéndolo casi todos los de la
clase.
A la cerdita Benita no le gustaba que se metieran con ella, porque a nadie le gusta que se metan con él.
A la cerdita Benita no le gustaba que se metieran con ella, porque a nadie le gusta que se metan con él.
Unos días
más tarde, empezaron a comportarse todavía peor: no la dejaban jugar. Si estaban jugando a los
maestros y la llegaba la cerdita Benita y pedía jugar con ellos, le decían:
-Tú no
juegas que estás muy gorda.
Ese día la
cerdita Benita llegó muy triste a su casa, tan triste que no tenía ganas de
comer. Su mamá que era muy lista se dio cuenta de que algo le pasaba a su hija.
La cerdita Benita le contó a su mamá lo que le pasaba. La mamá también se puso
muy triste, porque a ninguna mamá le gusta ver triste a su hija.
El profesor
cerdito también se dio cuenta de lo que estaba pasando con Benita. Un día el profesor
cerdito se le ocurrió un plan. Se presentó en la clase y dijo:
-
Queridos
cerditos: la semana que viene es mi cumpleaños. Nunca invito a mis alumnos a mi
cumpleaños, pero este año es una fecha especial. Habrá sorpresas para todos los
que invite a mi fiesta, aunque algunos no los podré invitar.
Los cerditos
de la clase se quedaron muy pensativos. Por una parte era una alegría ir a la
fiesta de cumpleaños de un profesor,
porque nunca habían ido. Por otro lado, eso de que había sorpresas para
todos les hacía mucha ilusión porque seguro que las sorpresas del profesor iban
a ser muy buenas. Pero lo más extraño era que algunos cerditos no pudieran ir.
El día antes
de su cumpleaños, el profesor cerdito dijo en la clase:
- Mañana es mi cumple. Lo voy a celebrar en mi casa y ahora
diré que quiénes son los invitados. El cerdito Rando no puede ser invitado,
porque tiene las orejas muy grandes.
Todos se
rieron del cerdito Rando.
-
La
cerdita Pifia tampoco, porque está muy flaca.
Se volvieron
a reír.
-
El
cerdito Kily no puede venir a mi fiesta
porque tiene pecas en la cara y la cerdita Bora tiene un lunar en la cara,
tampoco puede venir…
Y así poco a
poco el profesor cerdito fue nombrando a todos los cerditos de la clase y
alguna cosa de cuerpo: uno tenía los dientes torcidos, otro tenían los brazos
muy largos; todos tenían algo. Y dijo:
-
Sólo
vendrá la cerdita Benita, además es la única que no se ha reído.
Claro la
cerdita Benita no se reía de los demás porque sabía lo mal que se pasaba cuando
se reían de ella.
Benita fue a la casa del profesor y conoció a
su señora y a sus hijos y se trajo una sorpresa. Los otros cerditos sintieron
mucha envidia y comprendieron que no estaba bien lo que habían hecho metiéndose
con ella. También, se dieron cuenta de que todos tenemos algo por lo que de los
demás se pueden reír de nosotros: las orejas, el color del pelo, estar gordo,
estar flaco… Además, no está bien reírse de los otros.
Así que se volvieron a
hacer amigos de Benita y se dieron cuenta de que era una cerdita muy simpática
y que dibujaba muy bien. Como se volvieron a portar tan bien, el profesor
cerdito invitó a toda su clase a su casa cuando hacía buen tiempo y se pudieron
bañar en su piscina y se lo pasaron bomba.
Y colorín
colorado, este cuento se ha acabado.
2. ACTIVIDADES.
Una vez
leído el cuento en clase o incluso representado la profesora realizará las
siguientes actividades sobre el cuento:
-
Preguntas
de compresión y reflexión del tipo: ¿Cómo se portaban los cerditos con Benita?
¿Cómo ayudó el profesor cerdito a Benita? ¿Por qué no invitó el profesor a los
cerditos?
¿Debemos burlarnos de las
personas que están gorditas? ¿por qué?
-
Colorear
el dibujo de la cerdita Benita.
-
Realizar
un cuadro en un mural sobre las actitudes
que están bien y que están mal en
el cuento.
-
Comentar
con los niños algunos aspectos de alimentación adecuada.
3. RINCÓN: ¡VAMOS A MEDIRNOS!
Se debe
reservar una zona en la clase para marcar, a principio de curso, la altura de
cada alumno. Se vuelven a realizar varias mediciones durante el segundo y
tercer trimestre, y al final de curso también. De esta manera ellos pueden
observar directamente su progresivo crecimiento y la variación de la talla que
han tenido durante el cuso escolar.
4. JUEGOS Y DINÁMICAS PARA TRABAJAR LA
IMAGEN CORPORAL EN ED. INFANTIL.
El
círculo.
Los alumnos
se sientan en el suelo formando un círculo. Una vez colocados, el profesor dice
en voz alta una parte del cuerpo. El niño toca al compañero de al lado en la parte del
cuerpo que nombra el profesor, y va pasando de uno a otro hasta que vuelve a
llegar al primero.
Juego del
dormido
Se realiza
por parejas. Uno de los dos componentes se hace el dormido, totalmente
relajado. El otro lo manipula un rato libremente, siguiendo las consignas del
profesor (toca los huesos que puedas,
que forma tiene cada parte, ¿se puede mover la parte que tocas?, etc.).
El niño irá diciendo las partes del cuerpo que va tocando. Cuando acaba, se
cambian los roles, y vuelta a empezar.
El espejo
Consiste en imitar las acciones del compañero /a. Este juego debe
hacerse lentamente en un principio para que nuestro compañero pueda imitarnos.
Intentar que los movimientos sean lo más iguales posibles. Por parejas, desde
la posición de sentados uno dirige y el otro hace de espejo, primero a nivel
facial, después también con el tronco y los brazos. Luego desde de pie con todo el cuerpo.


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